domingo, 6 de diciembre de 2009

Misántropo/Nihilista.

Realmente no recuerdo en que momento comenzó, ni cómo es que va desapareciendo, quizá fue el ver a mi familia consumiendo carne de un animal, el olor de las personas, su cuerpo, su grasa, el sudor, o quizá simplemente mi cerebro estaba configurado para detestar a los humanos, detestarme por igual, que desgracia ser humano y aborrecerme, es decir, ¿por qué se destruyen? ¿cuál es la finalidad de ello? —Acoto— Yo lo hago y lo seguiré haciendo con un sólo objetivo, soy un misántropo enano, quizá el peor y más detestable de todos. —Citó hace tiempo un misántropo— y concuerdo, somos tan asquerosamente crueles, no somos nada, y queremos que todo sea un nada.

Que si su dios me ha de castigar, ¡bah! qué importa, a él se le olvidó decirles que ustedes humanoides no son más que la basura que no alcanzó a eliminar, son el desecho más tóxico que pudo diseñar, el sonido de su voz describiendo escenas de romance, de discusiones, de fiestas, ja, si su dios fuera real no los dejaría ser tan patéticos, por el contrario, los condenaría a su "infierno" donde seguramente ya tengo un lugar reservado.

Tengo un asco ingente al estar escribiendo esto, y sin embargo lo hago para que todos sepan el error mundial, universal, y planetario que son/somos, sí, no es que quiera ser perfecto, soy por desgracia parte de su vomitable vida, claro, podría citar a Marx, pero es muy trillado y quedaría como un loco más hablando pestes de los humanos, cierto, son una peste, el peligro más grande del universo.

Se creen felices cuando la princesa les da un sí, y lloran como estúpidos porque los dejó por el tipo del convertible, que es idiota y tiene un bronceado que parece arena de playa, y aunque saben que tiene un porciento más de inteligencia que él, creen ser peores por no tener un montón de chatarra entre sus manos, inútiles, si quieren algo trabajen, junten ese papel que tanto aman y gocen de millones de mujeres, patéticos, siempre soñando con ser alguien y no hacen nada para lograrlo, ¿creen qué los grandes se han pasado soñando? ¡Despierten!... Malditos humanos estúpidos, llenos de complejos, siempre queriendo ser el centro de atención y sólo logran ser la burla de los otros, que atrás no se quedan, palurdos idiotas, irresistibles hombres con dinero, mujeres hipócritas llenas de ambiciones que prestan su cuerpo para la satisfacción, y las princesas que se enamoran de los idiotas y morbosos que les quieren bajar la luna y las estrellas, y se las mofan poco apoco, como me burlado de esas escenas miles de veces, pobres, siempre se creen el mismo cuento, él que todos hemos dicho algunas vez, —Claro, tuve necesidades en mi adolescencia, y aunque no es un gusto compartirlo, soy sincero— Por cierto, ¿qué es la sinceridad? si les dices la verdad eres una basura de persona, (eso siempre) si ocultas algo, eres un maldito mentiroso hijo de perra, (no insulten a los animales, no tienen la culpa).

Maldita sea la hora en que mi nulidad me fue arrebata por una mujer y un hombre que quisieron tener hijos, y nunca imaginaron que tendrían a un nihilista misántropo entre sus vidad, que jodido es vivir entre tanta basura, y en cuestión de segundos dejar de ser nada, para convertirte en la fauna humanoide... Ojalá que los estúpidos Mayas tengan razón y se acabe la existencia humano en poco tiempo, que la maldita arca de Noé no sirve en lo absoluto, y si alguien vive y encuentra mi maldito cuerpo, y gusta de enterrarme, por favor que tenga un epitafio así:

"El cuerpo siempre fue basura, ahora sirve como complemento para que otros idiotas siguen jodiendo su maldita vida igual como éste lo hizo una vez."

jueves, 3 de diciembre de 2009

Libros de Nietzsche.





Friedrich Wilhelm Nietzsche (IPA ˈfʁiːdʁɪç ˈvɪlhəlm ˈniːtʃə) (Röcken, cerca de Lützen, 15 de octubre de 1844 – Weimar, 25 de agosto de 1900) fue un filósofo, poeta, músico y filólogo alemán, considerado uno de los pensadores modernos más influyentes del siglo XIX.

Realizó una crítica exhaustiva de la cultura, religión y filosofía occidental, mediante la deconstrucción de los conceptos que las integran, basada en el análisis de las actitudes morales (positivas y negativas) hacia la vida. Este trabajo afectó profundamente generaciones posteriores de teólogos, filósofos, psicólogos, poetas, novelistas y dramaturgos.

Meditó sobre las consecuencias del triunfo del secularismo de la Ilustración, expresada en su observación «Dios ha muerto», de una manera que determinó la agenda de muchos de los intelectuales más célebres después de su muerte.



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